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Mostrando las entradas de agosto, 2018

"Denver" en la Vega

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Denver ( Sitio Jolygram ) Estoy de compras con mi esposa en la Vega Central, el popular mercado ubicado al sur de la comuna de Recoleta, próximo al río Mapocho. El Gran Santiago no es precisamente pequeño y, además, cobija a algo más de cinco millones de almas. Dejamos a nuestras pequeñas en la casa de su abuela materna, es mediodía y el objetivo es volver temprano allí (alrededor de las dos de la tarde) con los abarrotes comprados a fin de cumplir al pie de la letra la agenda dominical previa al almuerzo. En síntesis de momento no hay más preocupaciones: las niñitas están sólo a algunos kilómetros de distancia y en buenas manos, seguramente regaloneadas por "shu buela" y sus querendonas tías.  Sin embargo, en lo que parece una rutina habitual de compra ocurre un hecho sin precedentes dada su peculiaridad: entre vuelta y vuelta en la Vega me encuentro con Denver. No me refiero a la ciudad norteamericana ni al gran y recordado cantante de esas mismas latitudes: Jo...

"La Intrusa" (2010): no siempre podemos andar como "Pedro por su casa"

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"La Intrusa" Sitio Culturamas La premiada novela de Éric Fayé nos recuerda que tan vulnerables podemos ser en nuestros propios dominios, incluso sin que esa alteración sea violenta. Independientemente de cómo alguien vive su vida (valga la redundancia): qué siente, qué hace o qué deja de hacer, existe una especie de cuarto propio que cada uno de nosotros en tanto seres humanos consideramos invulnerable. No me refiero a un cuarto propio en el sentido literal (como lo puede ser una habitación), sino que a un espacio físico de nuestras vidas en el que nos sentimos amos y señores: nadie interviene, no nos sentimos amenazados y, es más, lo atesoramos y, cuando no disponemos de él, lo deseamos con frecuencia.  Evidentemente aquel cuarto propio cobra más sentido cuando la factibilidad de ser moradores regulares es casi permanente...Casi, porque cuando alguien que no deseamos que entre lo atraviesa y nos damos cuenta tardíamente, automáticamente nos desconcertamos. Más ...