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Mostrando las entradas de octubre, 2020

Fantasía en rock latino (tercera parte): la noche es larga

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Noche de luna llena (foto de sitio Argoonautas ) Por Gonzalo Figueroa Ya no hay motivos para pelear. Pese a que las confianzas habían quedado quebradas después del engaño, Orestes y Luis se dieron la mano en son de paz. Después de todo, en el balance general, no todo había salido mal para el primero y, al final, el intercambio de parejas fue mejor para todos. Y quienes mejor lo expresan son sus respectivas mujeres: Lidia y Amparo. En el caso de la primera, enganchó bien tanto en el ritmo como en la gracia de Luis, que dejó de lado su aspecto cínico, ladino y turbio para disfrutar de la hermosa y delicada Lidia. Y aunque Amparo carece de la gracia de aquella, su facilidad para el baile y cierta ternura sedujeron al galante Orestes.  Mientras se escucha de fondo la canción "Pecados para dos" de Virus, vestidos, relajados, más tibios, más lentos pero satisfechos y sonrientes, los cuatro estaban sentados para disfrutar aquello que Lidia y Orestes habían comprado. Había pasado una...

Fantasía en rock latino (segunda parte): Entre delirante y surrealista

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Gato y luna llena (sitio Amino ) Por Gonzalo Figueroa Cea La situación es incómoda. Ambos están desnudos y desconcertados frente a la pandereta del sitio eriazo en que amanecieron, al interior de un automóvil abandonado. Dentro del vehículo que está en la calle, Luis y su polola están muertos de la risa. Por la radio del vehículo se escucha "Sin disfraz" del grupo argentino Virus. "Como si fuera mentiroso y nudista..." canta Federico Moura.  Lidia está más nerviosa que Orestes y ni siquiera con el pañuelo lila con que lo espero en la casa de Luis, quien les facilitó su segunda residencia para tener su soñada aventura amorosa. La conversación, por si fuera poco, es tan delirante como surrealista. -Que se ven lindos. Me encantó verlos hacer el amor -dice Amparo, la mujer de Luis. -Yo les facilité la casa, se sintieron cómodos allí, lo disfrutaron, pero yo les dije que esto tiene un precio -argumenta Luis. -Además de voyeurista incorregible, eres un cerdo. Quedamos en...

Sello propio

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Dormitorio niña (sitio Mil ideas de decoración ) Por Gonzalo Figueroa Cea Es sábado, ya tomaron desayuno y está todo dispuesto: los dos galones de pintura blanca y todos los accesorios para que los improvisados maestros le cambien el rostro al dormitorio de Belén. En efecto, los dueños de la brocha gorda son justamente sus padres: Ferenc y Nieves, quienes se propusieron pintar esa pieza como el inicio de algo que debía ser el cierre de un proyecto personal que, por modesto que parezca, fue postergado durante varios años.  El objetivo de ellos es tener una cosa completamente hermosa, digna de una familia acogedora como son, para que sus niñitas tengan sus propias habitaciones como ellas quieren y para recibir a amigos y familiares en ocasiones de cumpleaños y otro tipo de celebraciones e instantes de camaradería.   No es que las circunstancias de festejo nunca hayan tenido lugar, sino que falta un aire de distinción de los Mancilla Ortúzar. No se trata de creerse de la rea...

La guitarra de Eddie o...el aliado misterioso

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Darth Vader y George McFly (foto Culto La Tercera ) Por Gonzalo Figueroa Cea George McFly descansa en su cama a la hora acostumbrada. Nada raro para un joven cuyos familiares aparentemente no se asoman por su pieza ni siquiera en momentos como ese, tan oportunos para conversaciones íntimas. Quizás sueña con héroes intergalácticos, distintas clases de alienígenas, naves espaciales de las más diversas formas y adversarios enconados de esos mismos héroes, ideales para las historias que conserva en los ya muchos manuscritos que ha elaborado...pensando en una futura novela que no está muy seguro de publicar. Su predilección por el tema es evidente: en un costado yacen libros y cómics de ciencia ficción.  Duerme plácido, desparramada su muy delgada y adolescente humanidad de 1,85 en una cama de una plaza, con la vista cerrada y la cara vuelta al techo, como si los pensamientos que generan sus sueños lucharan por penetrarlo. No sueña en Lorraine Baines, aunque su amigo Marty McFly se empe...

Final de carrera

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Ciclista (Skitterphoto, de Pexels) Por Gonzalo Figueroa Cea No es la recta final de una competencia ciclista, pero el joven pedalea como si estuviera bajando la cuesta Barriga sin moradores, automóviles ni sentido del peligro. El problema es que ni siquiera es la cuesta Barriga y, lo que es peor, se traslada por la Alameda en una agonizante tarde de lunes primaveral con mucha gente circulando. Sin exagerar debe ir a unos 60 kilómetros por hora, ya cruzó Mac Iver por la pista derecha y sigue en dirección al poniente. Varias personas se fijan en el bólido pero muchas no -quizás concentradas en otras cosas y muy en sí mismas-, lo que es raro porque, a esa velocidad y en plena urbe, el muchacho ya podría haber ganado el Tour de Francia o el Giro de Italia. Pero la indignación cunde en los peatones y en los mismos conductores, tanto por cierta falta de empatía del sujeto o simplemente por su indiferencia. A la altura de San Antonio se pasa una luz roja del semáforo y lo mismo hace poco más ...