Fantasía en rock latino (tercera parte): la noche es larga
Noche de luna llena (foto de sitio Argoonautas ) Por Gonzalo Figueroa Ya no hay motivos para pelear. Pese a que las confianzas habían quedado quebradas después del engaño, Orestes y Luis se dieron la mano en son de paz. Después de todo, en el balance general, no todo había salido mal para el primero y, al final, el intercambio de parejas fue mejor para todos. Y quienes mejor lo expresan son sus respectivas mujeres: Lidia y Amparo. En el caso de la primera, enganchó bien tanto en el ritmo como en la gracia de Luis, que dejó de lado su aspecto cínico, ladino y turbio para disfrutar de la hermosa y delicada Lidia. Y aunque Amparo carece de la gracia de aquella, su facilidad para el baile y cierta ternura sedujeron al galante Orestes. Mientras se escucha de fondo la canción "Pecados para dos" de Virus, vestidos, relajados, más tibios, más lentos pero satisfechos y sonrientes, los cuatro estaban sentados para disfrutar aquello que Lidia y Orestes habían comprado. Había pasado una...