Ladies and Gentlemen: Esto no fue un sueño, It’s reality

Tributo a Genesis: Foxtrot y Seconds Out (18-08-07)

Por Gonzalo Figueroa Cea y Claudia Fuentes Osorio

Fotos: Jorge López G.

(foto y texto publicados en sitio http://www.rock-progresivo.org/cms/)

Más de un centenar de personas disfrutaron plenamente el homenaje a la mítica banda Genesis, que brindaron los grupos Seconds Out y Foxtrot en la Sala Master de la Universidad de Chile.

Con aplausos cerrados culminó el tributo realizado a Genesis por dos bandas nacionales: Seconds Out y Foxtrot. Ambas agrupaciones se juntaron en la Sala Master de la Universidad de Chile este sábado 18 de agosto y ofrecieron un show redondo de tres horas ante más de un centenar de personas, donde repasaron los hitos de la banda inglesa liderada por Peter Gabriel en sus primeros años y por Phil Collins con posterioridad.

La primera banda en presentarse fue Seconds Out, que mezcló temas del Genesis de la fase Gabriel con algunas canciones del período Collins, algunas de ellas claramente pop. Pese a algunos problemas de sonido, la contundencia de éste y una adecuada combinación de estilos “encendieron” de igual manera al público que repletó la Sala Master.

Temas como “Behind the Lines”, “Squonk”, “Dodo”, “Lady Lies”, “Abacab” y “Turn in on Again” dieron cuenta del estilo que convive alrededor del límite entre el virtuosismo instrumental neto y la tendencia a jugar con los temas y, a la vez, hacer partícipes al público.

La transición también estuvo presente: “Dance on a Volcano” y su clásico entrelazamiento con “Los Endos”. El período de Gabriel, caracterizado por un mayor histrionismo, se vio fuertemente reflejado en las estupendas piezas “The Carpet Crawlers” e “In the Cage”, tema que también aludió al período transicional al enlazarse con la parte final de “Wind and Wuthering”, coronada con “Afterglow”.

La voz de Max Sánchez y su interpretación de los temas nos hacen viajar al mundo lúdico que plantea Genesis en cada álbum: un desafío a la imaginación de cualquier fanático genesiano, porque este grupo nos invita a conocer un mundo diferente lleno de acordes de guitarra y ejecuciones de teclado que transportan al espectador, por nombrar los aspectos más distinguibles.

Cabe agregar, en este plano, la impecable ejecución del teclado a manos de Claudio Momberg, en cada uno de los temas. Sin embargo, resulta más gráfico decir que Sánchez, Momberg, Eduardo Cuesta (batería), José Luis Ramos (bajo) y Álvaro Graves lograron un cuadro ideal y bastante afiatado para su noche de despedida.

Al respecto, su presentación tuvo ese ingrediente extra y muy importante: justamente se trataba de la última de la agrupación como tal debido a la partida del guitarrista Álvaro Graves a Estados Unidos.

Sus compañeros aprovecharon la circunstancia para referirse a este relevante acontecimiento, sustentado en motivos profesionales, y el público refrendó el gesto con un caluroso aplauso aunque con la sensación ambivalente que provoca este tipo de decisiones por muy respetables que sean. No obstante, tras la realización de la tocata, fuentes cercanas a la banda no descartaron un regreso de Seconds Out. ¿Alguna fecha?. Aún es más difícil especular.

Sencillamente de otro planeta

Cuando uno piensa que lo ha visto todo y cree que ya conoce todo sobre Genesis, incluida la banda canadiense Musical Box -que también tributa a los ingleses-, surgen circunstancias que revelan que tan equivocada puede ser esa percepción o, simplemente, que aún quedan cosas por descubrir.

Musical Box se presentó durante 2005 en Chile, específicamente en el teatro Caupolicán, y dejó asombradas a las casi 2 mil personas que asistieron a dicho evento, no sólo por montar un show bastante fidedigno al original (“The Lamb Lies Down On Broadway”), sino por el parecido físico del vocalista con Peter Gabriel. Mención aparte quedó para la interpretación de otros clásicos como “The Musical Box” y “Watcher of the skies”.

Sin embargo, la noche del sábado 18 en la Sala Master dio lugar para el asombro y la admiración: Foxtrot. Luego de ver salir al escenario al vocalista, Tomás Price, se produjo una sensación de haber retrocedido en el tiempo y reencontrarse con Gabriel nuevamente: una estética y una teatralidad que son un fiel reflejo de lo hondo que caló el grupo en sus seguidores y, por qué no decirlo, de sus nuevos seguidores.

Dueño de una voz privilegiada, Price encantó a todos los asistentes, vestido con un singular traje negro, su cara pintada de blanco y con delineador negro el contorno de sus ojos, y una capa brillante, además de unas especies de alas negras en su nuca como simulando un pequeño murciélago en su cabeza (sin duda, una versión propia del alien de “Watcher of the skies”). Ésta fue la señal que nos indicaba que estábamos ante un show que prometía.

Salvo algunos errores en el sonido del teclado en un tema, lo demás estuvo perfecto. La voz de Price, idéntica a la de Peter Gabriel, y su gestualidad fueron el ingrediente mágico que permitió una comunión con el público asistente. Cada canción levantaba más lo ánimos del público con aclamaciones y vítores para la banda como llegando a su clímax cual obra teatro.

Price ocupó toda su destreza vocal y aprovecho de acompañar algunos de los temas con flauta traversa y pandero, como el Genesis de Gabriel.

Fijándose en los mínimos detalles, Foxtrot no los dejó escapar, ni la formación de cada uno de los integrantes (en orden de izquierda a derecha: primero el guitarrista, luego el bajista, el baterista y el tecladista), todos sentados y cuidadosamente vestidos de blanco, como la primera vez que se reunió a tocar el Genesis original (por lo menos, algunas fotografías lo delatan). No dejó de sorprender que parte de uno de los teclados estuviera cubierto por una tela blanca como en los mejores tiempos de la banda inglesa.