Comentario de Tocata Prog



La sala de la SCD del Plaza Vespucio no se repletó para la tocata de lanzamiento de su nuevo álbum, pero quedó en evidencia la gran calidad instrumental y vocal de la banda, la confirmación -por cierto- de que hay mucho talento en la escena progresiva local y la voluntad para desarrollar grandes producciones. ¡Felicitaciones muchachos! y ... un llamado a los seguidores del rock nacional a animarse a venir, a disfrutar de las tocatas y a apoyar a nuestros músicos.
Por Gonzalo Figueroa Cea

Tras la tocata que ofreció este viernes 13 de septiembre Entrance en la sala de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) del Mall Plaza Vespucio, junto con alabar con algunos asistentes la excelente actuación de esta agrupación de la escena progresiva nacional, no me dejo de llamar la atención (y compartir, también) algunas expresiones del tono: "los que no vinieron se perdieron un gran recital de rock"...


Y tienen razón. No se trata de quejarse amargamente y pensar que poco menos existe una conspiración, pero como asistente uno queda con la sensación de que pudo haber un marco de público más grande en el pequeño pero acogedor recinto de la populosa comuna de La Florida. Algunos dirán que la fecha conspiró para una tocata "a tablero vuelto" (vísperas dieciocheras), otros a que no estaban debidamente informados...Puede ser...Pero eso corresponde a otro análisis. Además, tampoco se trata de asumir una postura totalitaria que induzca las preferencias o panoramas de los seguidores de la música.

Sin embargo, no quisiera dejar de pasar la oportunidad de señalar que hay argumentos sólidos para asistir a espectáculos de esta naturaleza: una entrada conveniente (no se trata necesariamente de repetir la misma fórmula, pero no deja de ser un elemento atractivo un precio bajísimo), un lugar apto (independiente del tamaño) y el incuestionable talento de los protagonistas de aquel espectáculo. No es menor señalar -y, en efecto, así lo constaté- que varios/as nos emocionamos con el gran sentimiento puesto por Entrance sobre el escenario.

Hay varios aspectos que destacar. "Mágica": extensa, bella y bastante progresiva pero con oportunos guiños al jazz y al blues. Un tema con momentos calmos y otros bastante energéticos y más tensos, con alardes próximos al final de "The Return of the Giant Hogweed" de Genesis, por ejemplo. En los momentos tensos la fuerte conjunción batería, bajo, teclados y guitarra contrastan con los momentos calmos, donde sobresalen un piano eléctrico y una dulcísima guitarra. El "diálogo" guitarra-teclado es permanente en toda la actuación. El bajo no es un instrumento de marcación: a veces da perfectamente una melodía bastante distinguible. En otro plano, se nota que Jaime Scalpello siente lo que canta como si efectivamente lo estuviera viviendo.

"Odisea" (segunda parte) me sonó fresquísima. Jaime Rosas me hizo recordar un poco a Keith Emerson en 1972, pero con una mayor gama de sonidos y, éstos, evidentemente más modernos (y, dicho sea de paso, sin necesidad de hacer piruetas). Pero creo que también percibí una sabrosa inspiración en "Wind and Wuthering" de Genesis. "Serpientes" -canto 25 del homenaje de la Sociedad de Rock Finlandesa a "La Divina Comedia", de Dante- es otra gran oportunidad para el mayor lucimiento vocal de Scalpello. Es un tema intensísimo: como que el vocalista se introdujo en la misma historia. Gran presencia de la guitarra de Richard Pilnik, con una sólida y rapidísima base de jazz fusión.

Acto seguido, el asombro. Rodrigo Godoy, quien regularmente hace los coros, cantó su tema "Ilumina" y mostró todo su virtuosismo "power en el bajo", con el acompañamiento del resto de los instrumentos. Posteriormente, Entrance interpreta el sensible "Hijos de Bagdad". Luego irrumpió "Voces Ahogadas", que en ciertos pasajes me recordó la parte rápida de "Cinema Show" de Genesis. Entrance combina los sonidos de tal modo que un instrumento hace la introducción para que otro haga el desarrollo y se luzca. Acá el sonido del órgano de iglesia envuelve y cautiva. Sucedió a este tema, "Promesas", que mostró a Entrance en su veta más rockera. Posteriormente, se dio el espacio para el rápido "Sitios Perdidos", que permitió el energético sólo de batería de Alex Von Chrismar. Como es posible apreciar, la música y sus variantes no se agotan. Tras cartón, luego del envolvente "Alas Fugaces", Entrance cerró su presentación con el potente "Invisible".

En síntesis, solidísima fue la presentación del nuevo álbum de la agrupación nacional, "Entre dos Mundos" (próximo a salir a la venta). Sin duda, un digno sucesor de "Entrance", de 1999; "En la Tierra", de 2002; y "Odisea (en vivo)", de 2006. Excelente por esta agrupación y, en un plano más global, una nuestra más del óptimo estado de salud de nuestro rock progresivo...Y vendrán nuevas tocatas para verificarlo y, cómo no, disfrutarlo. Para mayor información sobre este conjunto chileno linkear en http://www.entrance.cl/.

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