2011, año de varios y grandes recitales en vivo


EL ROBUSTO SEÑOR ROCK

Pude disfrutar en vivo y en directo de algunos de ellos. Pudieron ser más, sin duda. Pero no me quejo. ¿El mejor?. El de Peter Gabriel, regalo de cumpleaños de mis padres. ¿Ringo Starr & amigos?. Muy entretenido. Mención honrosa (aunque no masiva): Tryo y Alien Gun, grupos de rock nacionales. ¿Por TV?. Sting, ¡impresionante!.

Fue un bonito regalo de cumpleaños. Así lo tomé.

No desconozco que recibí regalos hermosos al cumplir mis 40 años de existencia y, aunque parezca vanidoso, lacrimógeno y ultra archi autorreferente, debo recalcar que hubo un obsequio muy especial: las entradas para mí y mi mujer, Claudia, al recital que ofreció Peter Gabriel el miércoles 16 de noviembre en el Movistar Arena. Los remitentes: mis amados padres.


Y no se trataba de un recital de rock propiamente tal. Siempre me han llamado la atención los grupos de rock y los solistas de rock cantando o interpretando sus temas con acompañamiento de orquesta sinfónica.

Lo hizo Deep Purple en los principios de su carrera y también después, lo hizo Jimmy Page y Robert Plant -los grandes referentes de Led Zeppelin-, Gustavo Cerati de Soda Stereo, Paul McCartney de los Beatles y los mismos “4 de Liverpool”, y Sting de The Police, por nombrar a algunos de los más insignes exponentes del rock mundial que se han atrevido a tocar con orquesta.

Gordon Sumner, el “incombustible” Sting, nos encadiló con un gran concierto de rock orquestado sinfónico -por llamarlo de alguna manera- en el Festival de Viña del Mar de principios del mismo 2011, transformándose automáticamente para muchos en el mejor show exhibido, al menos en el último lustro, en la ex concha acústica de la linda ciudad del litoral. Hay que recordar que Sting comenzó a sernos familiar en el marco del tradicional evento viñamarino pero 29 años antes: siendo líder de The Police y en dos recitales memorables.

Pero lo de Gabriel fue diferente: era un acompañamiento de orquesta neta de 47 músicos, con dos muchachas que lo acompañaban en las voces, al igual como lo hace su hija Melanie en el disco de estudio alusivo al concierto: “New Blood” (2011), álbum que además se transformó en el regalo de Navidad de mi mujer, Claudia, y de mi hija, María Jesús (¡esto no tiene nada de autorreferente!, ¿eh?).

Energía, pausa y hasta un sereno dramatismo

Los vientos, las percusiones y las cuerdas potenciaron el histrionismo del cantante y compositor inglés, quien, entre tema y tema, relataba la naturaleza y origen de cada pieza que iba a interpretar, la mayoría de ellas “sonidos del tercer mundo”, como algunos la han bautizado. Las percusiones cumplen un rol fundamental: con distintos ritmos dan energía, pausa y hasta un sereno dramatismo, que sirve de base a las melodías que brindan el resto de los instrumentos de la orquesta y la voz de Gabriel.

Aunque en el arranque hubo un clásico de David Bowie, “Heroes”, el grueso del repertorio fueron sus propios clásicos, aquellos que amasó desde 1977, exactamente dos años después de irse del grupo que lo lanzó a la fama: Genesis: “Biko”, “Red Rain”, “Don’t Give Up”, “Wall Flower” y “San Jacinto”, entre muchos otros, nos lograron emocionar en las dos horas y media de actuación de este auténtico mimo -hombre grandes causas- y la nutrida Orquesta de la Nueva Sangre (si se me permite aquel nombre). Había alrededor de unas 10 mil personas.

Mención especial para el … Arena

Mi señora y yo sacamos fotos en forma compulsiva. Fue muy bonito. Me encanta el Movistar Arena (que no se entienda como propaganda para la empresa, ¿eh?), la mítica cúpula techada del Parque O’ Higgins que, cinco años atrás, todavía no estaba del todo habilitada. El origen de la obra gruesa data del año 1956, pero sólo en 2006, durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos, quedó habilitada para todo tipo de eventos.

Es un recinto circular con capacidad para 12 mil personas, donde se pueden hacer eventos deportivos y es factible presenciar todo espectáculo estupendamente bien desde cualquier lado.

En el Movistar vimos el año anterior al gran Rubén Blades, quien nos hizo bailar con éxitos como “Pedro Navaja” y “Decisiones”, por ejemplo. Algunos años antes, presenciamos a Miguel Bosé con su grupo y la ópera “Aída” de Giuseppe Verdi, con una puesta en escena impresionante.

Ringo: eres pura historia y buena onda

Lo de Ringo Starr fue muy sorpresivo. Jacke, una amiga de una productora, me ofreció amablemente dos entradas gratis para el recital del ex baterista de los Beatles en Chile, conociendo mi gran gusto por la música de los “Fab Four”. Evidentemente el gancho era también para mi mujer Claudia, con quien no dudamos en aceptar la oferta.

Fue el primer viernes de noviembre en el mismo Movistar Arena. Yo todavía estaba con el “guargüero” (garganta) más o menos a mal traer y picado porque muy poco tiempo antes, al tener la garganta muchísimo peor, no pude ir al Santiago Art Rock 2011, donde una de mis agrupaciones nacionales favoritas de rock, Astralis, iba a estar. Era una especie de deseo que, lamentablemente, no pude transformar en realidad.

No obstante, tampoco me puedo quejar en ese plano. Los tributos a Marillion de la banda Fugazi en el House Rock & Blues se han transformado para el suscrito y su esposa en algo muy habitual. Poco tiempo antes del concierto de Ringo, en el pequeño recinto ñuñoíno, disfrute los recitales que dieron en la misma jornada dos bandas de rock nacionales notables: Tryo y Alien Gun.

Debo confesar que, a principio de año y a través de la TV, disfruté mucho de la actuación de Sting en el Festival de Viña del Mar, aunque lo del ex líder de The Police fue más una orquesta sinfónica conectada a un grupo de rock que una orquesta sinfónica interpretando temas rock sin el grupo de rock. Posteriormente, en un concurso de la radio Concierto, me gané el disco alusivo a la presentación que hizo el inglés en Chile: “Symphonicities”. En el mismo certamen estuvieron Los Jaivas, pero estuvieron en un momento en que me era imposible verlos. ¡Mal por Chile y por mí! (je, je; ¿para qué quejarse tanto?).

Lo de Ringo fue muy distinto a lo de Gabriel, a Sting y a las bandas aludidas. Ringo es, quizás, el beatle que menos destacó como solista, pero eso qué importa si se arma una fiesta arriba del escenario con su banda y sus amigos estadounidenses Edgar Winter (unos de los célebres hermanos Winter), Mark Rivera (de los Romantics) y Richard Page (el gran cantante de los Mr. Míster), entre otros célebres personajes.

Ringo vino acompañado de una gran banda y los “monstruos” aludidos, con quienes compartió éxitos de los Beatles interpretados por él mismo, como “I wanna be your man”, "Yellow Submarine" y “With a little help from my friends”, y los de ellos, como “Broken Wings” de Mr. Míster, “What I like about you” de The Romantics y “Frankenstein” de Edgar Winter Group.

Sensación final: ¡entrete, entrete, entrete este 2011!



Para finalizar, aprovecho de compartir con ustedes algunos momentos de esas mágicas noches y, por cierto, a los exponentes del rock que mencioné:

PETER GABRIEL



RINGO STARR


STING


TRYO

Comentarios

  1. scams dating nigeria http://loveepicentre.com/map/ hosting a dating site
    intelligent dating service [url=http://loveepicentre.com/success_stories/]best dating pick up lines ever[/url] black dating man seeking white woman
    dating manitowoc women [url=http://loveepicentre.com/taketour/]kenny chesney and jennifer nettles dating[/url] casual dating [url=http://loveepicentre.com/user/James/]James[/url] dating online and married

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Tú opinión me interesa.