La Postal que Quisiera (la Ciudad y el Mundo Soñado)

Sábado 2 de agosto de 2008 EN TERCERA CLASE

No me refiero a tener un mall a media cuadra de mi casa. Tampoco a tener dos autos o dos casas de veraneo, aparte de la que tengo...No. Sí me refiero a algo superior, más espiritual, más sano: un país que se dedique a solucionar sus problemas mediante el diálogo, un país donde las personas sean más amables, un país donde los temas de conversación no sean los "líos de pantalones o de faldas" de los famosos...Suena ingenuo, pero no quisiera pensar en lo imposible.


El título de esta reflexión no es un despropósito. Puede ser visto como algo ingenuo y no lo dudo: es muy factible pensar de aquel modo al escuchar lo que propongo. Pero regularmente pienso que es muy sano soñar en positivo y, a veces, hacerlo imaginando lo que parece imposible o casi imposible. No se trata de expresar el nivel de felicidad o infelicidad de quien imagina algo así. Tampoco se trata de ser inconformistas o materialistas.

Hay personas que son felices con muy poco. Bob Dylan, el mítico poeta y músico folk estadounidense, dijo en una oportunidad: "Yo nunca fui pobre: siempre tuve mi guitarra y mi armómica"...En fin, se trata de no dejar de denunciar lo que nos molesta, pero tampoco dejar de lado nuestros sueños.

De repente reconsideró en mi reflexión lo que ocurre cada vez que hay una elección popular, sea municipal, parlamentaria o presidencial: esa cosa insoportable de dejar de lado la amistad cívica, hacer lo que no se hizo antes (y que debió haberse hecho, sin duda), hablar más de la cuenta y caer en el "juego sucio" de "ensuciar" al otro (aunque, a veces, vale la pena porque el "otro" efectiva y éticamente es un "sucio"; y no sólo hablo de "meter las manos"), por ejemplo...Es una época en que todas esas cosas tan mañosas y detestables que les conocemos a la clase política salen a relucir más que en otras temporadas...Parece que la temporada "Primavera Verano" viene fabulosa (ji, ji).

Hablo de reconsiderar el tema aludido porque en otras oportunidades me ha ocurrido algo similar: como que me gatilla una inquietud y se me remece todo el cuerpo...No lo digo por una especie de temor en el futuro...¡No!... No se trata de eso. Tampoco es un signo de stress...Y no debería ser ni lo uno ni lo otro pensando que no tengo "tejado de vidrio" (no pretendo parecer soberbio con esta idea).

Sistemas, clase política y ...la micro
A lo que me refiero tiene que ver con una visión crítica de nuestros sistemas político y económico actuales (o si gustan económico o político; a algunos les parecerá más acertado así y me incluyo entre ellos): es tal la cantidad de contradicciones que nuestros sistemas económico y político tienen, que regularmente la rabia se acumula.

En primer lugar, me pregunto: ¿cuatro años es poco?...Desde luego que sí. En el ámbito gubernamental no se puede desarrollar un proyecto a largo plazo porque el período es breve y la continuidad es relativa...Cada proyecto, en cierto sentido, depende de la autoridad de turno. Y si la autoridad que la sucede toma ese proyecto, es muy posible que éste adquiera otra clase de matices o, en un plano radical, sea abiertamente desechado. A lo mejor los proyectos son como las encuestas: desechables y sólo "fotografía de un día".

Entonces, casi se podría decir que no hay iniciativas que vayan más allá de los tiempos, de las instituciones y de las personas que lideran esa iniciativa...En realidad, la cosa es al revés: los tiempos y las personas que lideraron aquél (período, para evitar redundancias) pasan, las instituciones quedan y.... ¿las iniciativas? pueden quedar pero siempre y cuando el líder que la "hereda" la encuentre relevante.

Entonces, ¿qué ocurre?...La clase política empieza a "jugar con la calculadora" y se torna muy calculadora (valga ahora la redundancia). Como el tiempo es corto, los proyectos "vuelan" de un poder del Estado a otro. Por consiguiente, los parlamentarios se quejan de que son una especie de "buzón" del Gobierno y, llegan a tal nivel las quejas y los desentendimientos, que algunos "honorables" terminan jugando a la pelota en las dependencias del Legislativo o bailando el "koala", olvidándose que a la misma hora tenían una importante sesión legislativa (valga nuevamente la redundancia).

Cuando me traslado en micro a mi pega y veo en las mañanas las caras de preocupación de la mayoría de las personas que allí van, sobre todo los días lunes, el tipo de reflexión como la que expuse es de regular ocurrencia para mí. A veces me pregunto para "mis adentros": ¿será culpa del gobierno, de la clase política, de otros "poderes" (no hablo del Estado, necesariamente) o, simplemente, de un sistema social económico o politico lleno de "diques" y contradicciones?...Lo anterior también parecerá ingenuo si uno se las da de impulsor del debate. No hay duda: es tema de estudiosos, académicos y "blogueros" célebres durante las 24 horas del días, los siete días de la semana y los 12 meses del año...Para qué vamos a analizar lo ancestral de la discusión.

Lo que si vale la pena es pensar en qué está pensando (nuevamente necesaria la redundancia) cada uno o cada una durante ese largo trayecto en micro (a veces de una hora; otras tantas veces, de algo más de una hora)...

La clásica políticas y algunos más....

Soy un convencido de que la clase política no saca necesariamente la peor parte en el conjunto de reflexiones individuales. Creo que la clase empresarial (hablo de los "pesos pesados") también ocupan un lugar preponderante de las amargas quejas (allí las mismas empresas de transportes, de servicios y las de retail deben ocupar el papel de "malos espíritus"; puede ser)...Muchas y muchos de quienes se trasladan "achoclonados" en bus son empleados de aquéllas y muy "del montón" (no lo digo en forma peyorativa).

La religión ocupa también un lugar importante en el destino de los "dardos", aunque creo que menor (y básicamente más por contradicciones que por malos actos). No colocaré a la fuerza pública y a los uniformados aquí porque el tema entraría abiertamente en otra categoría. Si es por eso coloco a los "profes" y a los estudiantes....Y a María Música y a la ministra...

Entonces, como hoy todo es rápido, compulsivo, desechable, hecho sólo a medias y solamente realizable "porque los tiempos corren" (como si la célebre "idea fuerza" de "todo, rápido y bien" no tuviera mucho valor), la gente se "desquita" de sus quejas amargas haciendo "zumbar" sus tarjetas de crédito para comprar y viajar, yendo a taquillar a los malls y, ya en los casos más emblemáticos del "lado oscuro" de nuestra idiosincracia, "compitiéndole" al vecino en quién tiene el automóvil más bonito o el televisor plasma más grande, o en quién paga el colegio más caro y más top para los niños...

Ante eso, la conclusión final a la que llego debilita completamente lo que al inicio señalé: mi postura positiva con miras a un mundo más espiritual, más sano y donde el diálogo respetuoso, largo y tendido sea el verdadero puente para las soluciones de nuestros problemas reales (que no tienen que ver con la duración de los mandatos presidenciales ni los egos de los candidatos)...Con todo lo que señalé después suena 10 veces más ingenuo lo que al principio abordé...Pero en este caso prefiero seguir siendo como El Quijote: no tanto en el sentido de ver lo que quiero ver, sino que en el sentido de soñar lo que quisiera para este mundo.

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