Barticciotto: el ídolo de Colo Colo que “viene y va”

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DESDE EL CÓRNER
El ex jugador no sólo es un referente obligado en la historia del club que lo lanzó a la gloria, sino que el principal líder opositor a la concesionaria Blanco y Negro S.A.

Decir que Marcelo Pablo Barticciotto Cicaré es parte de la historia del fútbol chileno y un emblema de Colo Colo, no es caer en lugares comunes ni exagerar. Está a la altura de otros “históricos” del equipo popular como David Arellano, Alfonso Domínguez, Enrique Sorrel, Jorge Robledo, Misael Escuti, Manuel Muñoz, Luis Hernán Álvarez, Francisco “Chamaco” Valdés, Elson Beyruth, Carlos Caszely, Severino Vasconcelos, Lizardo Garrido, Roberto “Cóndor” Rojas, Luis Pérez, Rubén Martínez, Humberto Suazo y Claudio Bravo, sólo por nombrar a los más conocidos.


La importancia de Barticciotto como jugador en el funcionamiento albo se notaba incluso en tiempos de escaso protagonismo del club. Recuerdo un clásico entre Colo Colo y Universidad de Chile del año 2000.  La "U" jugaba mejor pero perdía hasta poco más de la mitad del segundo tiempo. Bastó con que cambiaran al rubio delantero y la "U" terminó ganando expresivamente. Curioso.

Nacido en Argentina y hoy nacionalizado chileno, Barticciotto llegó a Colo Colo en 1988, con tan sólo 21 años de edad y un look al estilo Gustavo Cerati, proveniente del Huracán trasandino y mediante las gestiones de su compatriota Jorge Luis Ghiso, hoy entrenador de Audax Italiano.

Estuvo a un pelito de llegar a la “U”: Manuel Pellegrini, entonces entrenador del equipo universitario, finalmente no lo consideró y optó por un arquero.  ¿Habrá dimensionado tamaño error el ingeniero (hoy, uno de los mejores entrenadores del mundo)? Lo definitivo es que Barticciotto llegó a Colo Colo, la “U” descendió ese año a Segunda División, el delantero se transformaría en figuraza del cacique y, con el paso de los años, la citada curiosidad del destino se transformaría en algo netamente anecdótico.

El comienzo fue dubitativo, pero el argentino poco a poco fue ganándose a la hinchada colocolina y el paladar de la prensa especializada. El sentido del esfuerzo, el éxito y el tiempo de permanencia en el club fueron los principales factores para erigir su nivel de crack del “popular”: fue el primer jugador en anotar un gol oficial en el definitivo Estadio Monumental David Arellano Moraga (2x1 a Peñarol) y, defendiendo al club, fue campeón 13 veces: siete como jugador -una de ellas de la mítica Copa Libertadores 1991- y una como técnico.

Si bien es cierto tuvo un paso más que digno por Universidad Católica, su carrera en Colo Colo es el principal referente de su carrera, que también consulta un paso por el América de México.

El “viene y va”

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El periodista chileno Luis Urrutia O' Nell, conocido por el seudónimo “Chomsky” y muy observador de la forma de jugar fútbol en cada partido, alaba de Barticciotto el estilo “viene y va”, que también se hizo conocido por Alberto Tarantini, ex seleccionado argentino: una forma de atacar individualmente con el balón en los pies combinando fuerza, velocidad y grandes zancadas, como yendo vigorosamente de un lado para otro sin perder el control del esférico, de modo tal de dejar algo “loquito” a los defensas con el vértigo, sobre todo a los incautos.

¿Cuántos goles albos tuvieron su origen en jugadas de Barticciotto? Muchos recuerdan uno contra la “U” en 1990: un arranque parecido al del Lucas Barrios en un tanto al mismo rival en 2008, pero con la diferencia de que Barticciotto corrió desde la derecha con algo más de obstáculos y en menos longitud. Por añadidura, cabe destacar que dos de las anotaciones de la final de la Copa Libertadores que ganó Colo Colo (3x0 a Olimpia) tuvieron de protagonista clave al rubio atacante.

No obstante, me acuerdo mucho más de un golazo a Universidad Católica en 1992,  en una templada noche santiaguina en el Nacional: aplicó el “viene y va” casi desde la mitad de la cancha por el costado derecho, dejando defensores cruzados (vestidos de rojo en la ocasión) en el camino como si fueran palitroques (al más puro estilo del “Chico” Hoffens, el mítico puntero derecho de la "U") para disparar un zurdazo de más o menos unos 25 metros, fortísimo, alto, al primer palo de Patricio Toledo, cuya temeraria volada ni siquiera le permitió rozar la pelota (la secuencia está en la segunda parte del reportaje de abajo). “¡Que golazo, Dios mío!”, exclamé esa vez (estaba con mi padre mirando el pleito entre albos y cruzados en el “Pasional”).      

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Barticciotto es hoy el principal líder opositor a Blanco y Negro S.A., la concesionaria que controla Colo Colo (“en realidad lo tiene secuestrado”, dicen muchos hinchas). Hace sólo algunos años, ya siendo abiertamente contrario a ByN, fue amenazado por un grupo de “pseudo hinchas” del equipo encabezados por Francisco Muñoz, más conocido como “Pancho Malo”.

El rubio delantero, al igual que Caszely, “Chamaco” y otros “históricos” del club, es enormemente querido por los hinchas. El tiempo dirá cuál será su contribución a Colo Colo en un plano directivo (muy probablemente más cercano al hincha). Su contribución a la historia del cacique ya está escrita y graficada ampliamente en Internet vía entrevistas, reportajes, fotos y videos.

Sin duda, ¡un jugadorazo!



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