“La Sagrada Familia”: dinastías poderosas de Chile

EN TERCERA CLASE
El libro, escrito por el experimentado periodista chileno Hernán Millas, nos aporta una singular mirada de la historia de nuestro país desde mediados del siglo XIX hasta los primeros años del actual, basada en los clanes más influyentes, principalmente de la clase política.

“La Sagrada Familia: la historia secreta de las diez familias más poderosas de Chile” es un libro escrito por el ganador del Premio Nacional de Periodismo 1985, Hernán Millas Correa. Fue publicado en 2005 por ediciones Planeta y consiste en un acabado relato de la historia de nuestro país enfocado principalmente en la clase política, con sus dinastías de mayor presencia, y desarrollado mediante la gran documentación y sentido del humor de Millas en 543 páginas.


¿Por qué el foco principal de la publicación está en la clase política? Esto no es casual tomando en cuenta allí las menciones a las familias Alessandri, Errázuriz, Frei, Gumucio, Montt y Piñera, cuyas historias acaparan largamente la mayor parte del libro y tienen un vínculo directo con la política como actividad, aunque sin desconocer que los Errázuriz y los Piñera también se distinguen como empresarios.

Ahí, en el plano de los "emprendimientos con mayúscula", los Edwards y los Yarur sobresalen claramente. Los Amunátegui y los Matte se destacan en la educación, pero a la última dinastía mencionada debe añadírsele un potente componente empresarial.

Dicho de otro modo, tal como señala la parte posterior de la misma publicación, “presidentes, ministros, príncipes de la iglesia, escritores, artistas, empresarios e, incluso, periodistas, desfilan por estas páginas que escarban en los secretos mejor guardados de las “sagradas familias” chilenas”.

Niveles influyentes
Gobernar es mucho más que un arte: es la capacidad de saber escuchar acerca de las necesidades del pueblo, saber proponer, saber negociar con distintas organizaciones, saber actuar en equipo y saber hacer. No es fácil y, por ende, nada puede ser perfecto: el presupuesto es siempre escaso ante la alta demanda y, por añadidura, aunque las voluntades que reman para un mismo no son pocas, suelen ser diversas.

Lo mismo puede decirse respecto de la idea de influir, seducir o persuadir. Allí se requiere, al margen de poder, una inteligencia singular. En el plano de los negocios, es imprescindible el capital, la inteligencia y el poder, aunque siempre es relevante admitir que las dificultades pueden estar a la vuelta de la esquina.

Por esos mismos argumentos es interesante leer “La Sagrada Familia”. Y eso vale no sólo para los lectores que se sienten atraídos por un relato sobre la historia de nuestro país diferente a los tradicionales, sino también para aquellos que creen que la política y el poder sólo se reduce a la ingenua idea de tener las mejores intenciones y de aplicar la mejor voluntad al respecto.

Hernán Millas propone esta mirada y con un sentido del humor que agiliza la lectura. Sin duda una publicación para aprender más de historia pero también para disfrutar del placer del texto.  

Algunas citas escogidas
A continuación incluyo algunos párrafos del libro analizado. Se trata de “arranques” de aquellas historias:

“Pero no nos apartemos del más importante de todos los Alessandri, Arturo, el León, que llena medio siglo de la historia de Chile.

“El hecho de no nacer en familia ligada a la clase aristocrática tradicional -piensa Claudio Orrego Vicuña- habría de tener importancia para el futuro político del joven Alessandri”. Es que en 1920 se iban a enfrentar dos países contrapuestos, uno de los cuales dominaba al otro: la clase aristócrata, que había ejercido el monopolio político desde la Colonia, y la clase obrera, el “roterío”, que sólo era noticia en matanzas y violentas huelgas. En esa pugna, como mediación del destino, iba a emerger la clase media”. (“Los períodos de Picasso”, “Los Alessandri”, pág. 21)

“La tradición se mantiene. Desde 1804, con la llegada del primer Edwards a Chile, en cada generación ha habido un Agustín. No se concibe una camada nueva sin un nuevo Agustín. O Cuchos, entrando en confianza. Y éste es el predestinado. Hasta ahora van seis. Todos han tenido en común el convertirse en uno de los hombres más influyentes de Chile. Para distinguirlos es preciso agregar al apellido materno, aunque si se habla en el presente, no será necesario porque todos entenderán que la referencia es por el pater familia vigente”. (“La tradición de los cuchos: Los Edwards”, pág. 162)

“Aunque le dijeran “el suizo” y él asintiera confirmando que ése era su origen, lo cierto es que Eduardo Frei Schlinz, padre del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, nació en Feldkirch (Austria). Es un pequeño pueblo cercano a la frontera de Suiza, pero eso no da derecho a que, al modo de los gendarmes argentinos de una época del pasado, se corran las señales de la frontera.

Fue el historiador austriaco Georg Sutterluty quien demostró, con la partida de nacimiento, el origen austriaco del fundador en Chile de una familia que ha dado dos Presidentes”. (“La última dinastía: Los Frei”, pág. 285)

Hernán Millas
Lun.com
“Si usted nació Matte bendiga su suerte. No hay un Matte pobre. En alguna lengua el apellido debe significar Money, pues ésa es su característica.

De Santander, un puerto en el que Castilla la Vieja se encuentra con el mar, arribó en 1775 Francisco Javier Matte. Con un retraso de dos siglos para el reparto de mayorazgos y encomiendas. La aristocracia chilena renovaba su sangre. En compensación, los nuevos no tuvieron que arriesgar sus cabelleras o que los aborígenes les robasen sus mujeres. El “trabajo sucio” de la Conquista ya estaba terminado”. (“Money, money: Los Matte”, pág. 371)








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