Truman Capote: "A Sangre Fría", periodismo policial novelado

Familia Clutter
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La brutalidad del asesinato a una familia ocurrido en un pueblo de Kansas en 1959, es sólo el primer punto del tejido que el mítico escritor norteamericano desarrolla para dejar por sentado que los criminales, en cierto sentido, también son víctimas...pero de la sociedad. 

Quien lea "A Sangre Fría" sólo hasta la parte en que se describe el brutal crimen contra los cuatro integrantes de la Familia Clutter, difícilmente opinará que Perry Smith y Richard Hickock (Dick), los asesinos, también son unas víctimas. Lo considerará algo demente, una locura repudiable y cuanto adjetivo de connotación negativa sangrienta haya. Pero es altamente probable que, una vez leída completa la clásica novela de Truman Capote publicada en 1965, reconsideren su opinión y concluyan que, efectivamente, lo eran.


Los Clutter, quienes hasta el 15 de noviembre de 1959 vivían con completa normalidad en su casa en River Valley, en el pueblo de Holcomb, Kansas, eran una familia conservadora para los estándares actuales pero, al margen de eso, ejemplares, queridos y muy admirados. 

Herbert Clutter, sin pretensiones de ser un millonario al estilo escalafón Forbes, era un próspero granjero de 48 años, cuya capacidad de trabajo, buen trato con su personal, una relación cordial con el resto de la comunidad y un indiscutido liderazgo, constituía un pilar suficiente para motivar el bienestar de su  familia, conformada por su mujer Bonnie y sus cuatro hijos, dos de los cuales, una muchacha y un muchacho, todavía vivían con ellos: Nancy y Kenyon. 

Perry y Dick no los conocían. Sólo veían a esta familia como un número más una caja fuerte con una suculenta suma de dinero, objetivo suficiente para materializar sueños casi paradisíacos que dejaran atrás sus miserables vidas, coronadas con la libertad tras haber estado durante mucho tiempo en la principal cárcel del Estado. Fueron miles de kilómetros los recorridos antes y después del crimen (parte importante del territorio de Estados Unidos y un paso por México), cheques sin fondos, autos robados y otras cosas fuera de lugar.  

Mentes criminales
Richard Hickock (Dick)
y Perry Smith
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Smith y Hickock tenían secuelas de vida complejas, tanto por accidentes como por problemas familiares, ya sea por falta de recursos para progresar en su desarrollo vital como por casos de violencia intrafamiliar, todo lo cual, sin duda, genera inestabilidades de subsistencia básica y, por cierto, psicológicas. 

El aspecto físico y el origen cobra vital relevancia en las descripciones de cada uno, hechas por la talentosa pluma del mítico Truman Capote, periodista y autor de esta historia real novelada:

Perry: 31 años, no más de un 1.60 de estatura, moreno, contextura superior maciza, piernas cortas, padre irlandés y madre cherokee. Dick, 28 años, un metro 75 de altura, rubio, delgado fibroso, de progenitores esforzados, padre tres niños, solitario en el plano sentimental y de zigzagueos conductuales frecuentes. 

Personajes como el agente Alvin Dewey, por su incansable búsqueda de la verdad junto a su equipo, y el joven psiquiatra W. Mitchell Jones, quien describe a un periodista los perfiles psicológicos de los asesinos, son fundamentales para entender, por un lado, lo intensa y a veces frustrante que puede ser la vida de un detective y, por otro, qué tan torcida puede llegar a ser la mente de un par de individuos que parecen ser muy despiertos, sensibles y (una palabra que a muchos no nos gusta del todo) normales.

Truman Capote
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Sin embargo, los análisis psicológicos no son suficientes para conceder el perdón a los asesinos de los Clutter y la horca, una especie de pena máxima que corona un largo proceso judicial, sólo representa un acto de salvajismo legal, que acalla momentáneamente las contradicciones de una sociedad cuyas virtudes humanas de orden y bienestar se desvanecen constantemente con sus peores vicios humanos.

Cabe destacar que acerca de "A Sangré Fría" hay numerosos escritos, reportajes y vídeos en Internet y, como hecho quizás más distinguible, películas como la homónima, de 1967, con un elenco del que formó parte Robert Blake ("Baretta"), quien hace el papel de Perry; y "Capote", de 2005, biográfica sobre la vida del escritor y con un reparto encabezado por Philip Seymour Hoffman.  





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