"La llegada de los bárbaros": acertada caricatura de la modernidad

EN TERCERA CLASE
Obra de teatro dirigida por Sergio Beltrán arrancó carcajadas en el Teatro Azares, pero también reflexión.

Una situación tan jocosa como ridícula es el cimiento de la reflexión a la cual nos invita "La llegada de los bárbaros", original de José Luis Alonso de Santos y dirigida por Sergio Beltrán a través de NO-MA-DE-TRE Compañía Hispano Chilena, obra teatral que pude presenciar este sábado 23 en el Teatro Azares de avenida Vicuña Mackenna.


En efecto, es poco factible dejar de prestar atención a cómo dos hombres desarrollan una áspera, altisonante y larga -aunque matizada- conversación acerca de un banco...Sí (tal como lee) un banco, pero como los que hay en una plaza (de hecho puede ser en una plaza o un parque cualquiera, en un lugar cualquiera, en un país cualquiera), cuya única particularidad es su fuerte tono dorado, como de oro puro...Como si su dueño fuera justamente alguien con mucho dinero y poder.  

Un hombre con pinta de intelectual (John Reid) y otro que es un guardia que cuida el preciado objeto (Senén Selim), dan vida a este montaje, que nos lleva a ahondar en las contradicciones de la sociedad moderna, donde su forma ("estructura" como le llaman en el ámbito académico) en base a lo material por sobre lo personal, establece poderes que permiten a unos dominar y a otros ser dominados, perdiendo el ser humano ciertas libertades y fuertemente su individualidad. 

Si bien es cierto la misma llegada de los bárbaros alude a la decadencia de una civilización ante la llegada de un mar de salvajes quienes buscan instaurar la idea de "ley de la selva", no es menos relevante concluir que todos, a la larga (unos más, otros menos) somos salvajes.

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