Felicidad en el trabajo: ejercitar fortalezas es un importante cimiento

MOPENSES
“El foco no debe centrarse en las debilidades, sino en mejorar los atributos que nos distinguen”, enfatiza el psicólogo Claudio Carrasco, en el marco de una charla. 

Ante cerca de 40 funcionarios/as, en el auditorio del Nivel Central del Ministerio de Obras Públicas, el psicólogo de la Dirección de Contabilidad y Finanzas, Claudio Carrasco Opazo, realizó este viernes 23 una interesante variante de las charlas que ya había compartido con el personal acerca de la Psicología Positiva: “Felicidad en el trabajo” fue la materia abordada. “En estricto rigor, estamos hablando de bienestar en el trabajo, lo que también es aplicable a otros ámbitos de la vida”, enfatizó el profesional al arrancar la actividad.

Mediante una presentación basada en los aportes de destacados autores y exponente de la psicología en el ámbito académico, como Martin Seligman, Barbara Fredrickson, Sonja Lyubomirsky y Marcial Losada, Carrasco resaltó respecto al tema abordado la contribución de la metodología conocida como Perma, sigla referida a cinco conceptos asociados el tema citado: emociones positivas, engagement, relaciones positivas, sentido, logros y reconocimiento. La charla estuvo enmarcada en el Programa de Calidad de Vida Ministerial.

Las pequeñas tallas, los placeres, la diversión, el humor, el compartir, el saludarse en la mañana con una sonrisa, el tono amable y afectuoso, por ejemplo, maximizan nuestra condición de seres sociales, claramente entregan bienestar y entran en las categorías de emociones y relaciones positivas del Perma.

El engagement es evidentemente el involucramiento con la actividad que realizamos: el “flow” (fluir) como el que tiempo pasa volando, casi sin que la persona se dé cuenta mientras disfruta lo que hace. El sentido, en tanto, tiene que ver la trascendencia: aquello que la persona hace es importante para otras. Un ejemplo es el de un conocido caso de un señor de avanzada de edad cuya escasa jubilación la ocupa en comprar madera y, llegada la Navidad, se viste de Viejito Pascuero y le obsequia juguetes a los niños de la comuna en que vive. 

Dicho componente también es vinculante con el de los logros y reconocimientos, lo que no tiene que ver con un tema de obtener un mejor sueldo, un ascenso o haber sido designado necesariamente una jefatura, por ejemplo, sino en la importancia y valor que las personas le asignan a tus acciones.

Trabajar fortalezas
Los ejemplos del atleta Usain Bolt y de la coreógrafa Gillian Lynne, sobresalientes ambos en sus respectivas disciplinas, son claros al momento de referirse a la maximización de las fortalezas. En el caso del primero, si bien es cierto tanto él como su entrenador han reconocido que sus partidas en los 100 ó 200 metros planos suelen ser su debilidad, se propusieron a mejorar su gran atributo: la extraordinaria velocidad de Bolt en los últimos 50 metros, lo que le ha significado ganar cuanta medalla ha disputado y, por cierto, batir récords. 

En el caso de Gillian Lynne, cuando niña acudió al psicólogo por decisión de sus padres, influidos por una profesora que no soportaba la hiperactividad de la menor y sospechaba que no podía asistir a clases con normalidad. La sorpresa para ellos fue mayúscula cuando el psicólogo les hizo ver que la pequeña le gustaba muchísimo bailar. Resultado: Lynne se transformó en una de las coreógrafas más connotadas de los siglos XX y XXI. 

En resumen, para alcanzar la felicidad en el trabajo es fundamental ejercitar las fortalezas, detectarlas mediante tests  y aplicar el criterio de 3 a 1: asociado a esforzarse a tener tres experiencias positivas tras haber pasado por una situación negativa. “El foco no debe centrarse en las debilidades, sino en mejorar los atributos que nos distinguen”, agregó Carrasco.




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