"A discreción": el fútbol chileno en tiempos de dictadura

Carlos González y Braian Quezada nos invitan a conocer detalles de la relación entre los "titiriteros" del balomipíe rentado y el poder de facto entre 1973 y 1989.

"A discreción" desmenuza lo que fue el fútbol profesional chileno en años de dictadura. Desde tiempos postreros a la legendaria (por lo ultra comentada y mítica) clasificación de la selección chilena al Mundial de Alemania, pasando por los inicios del sistema de pronósticos deportivos conocido como Polla Gol, la transformación definitiva del balompié rentado en actividad empresarizada (las camisetas con publicidad, como primera gran señal), los cuestionados manejos de los dirigente en materia de finanzas y la consiguiente la "deuda histórica", hasta la culminación de los años más turbios con el gran engaño del Maracaná en 1989.


"Viaje al corazón del fútbol chileno bajo la dictadura militar" es la bajada del título del libro, escrito por los periodistas Carlos González Lucay y Braian Quezada Jara, publicado en su primera edición por editorial Forja en septiembre de 2010, con el apoyo del Centro de Ecología Aplicada (CEA) y el patrocinio de la Comisión Bicentenario. César Betancourt, Edgardo Marín, Luis Omar Tapia y Marco Sotomayor detallan con sus palabras, en la tapa del texto y en sus primeras páginas, sus favorables puntos de vista al respecto.

En el plano estadístico-deportivo, en las páginas finales están incluidas las tablas de posiciones de los campeonatos nacionales y las liguillas de Primera División que tuvieron lugar en el período aludido: 1973-1989.

Me permito destacar algunos párrafos de la investigación, la que por cierto me gustó y recomiendo:

Para algunas personas, el fútbol se reduce a un balón y veintidós idiotas corriendo tras de él. Para nosotros, es un fenómeno social, que a lo largo de los años ha sido utilizado como un arma política, y puesta al servicio de los más diversos regímenes. Desde la España franquista hasta la Cortina de Hierro, pasando por el nazismo alemán y el fascismo italiano, hasta las dictaduras latinoamericanas, como en Argentina y Chile...".

La relación entre el fútbol chileno y el Régimen Militar está llena de contradicciones. Durante sus 17 años, hubo períodos de colaboración, indiferencia y otros donde, derechamente, existió intervención. Esto dependía fundamentalmente de dos personas: quienes estuvieran al mando de la antigua Dirección General de Deportes y Recreación (hoy Instituto Nacional del Deporte, o Chiledeportes) y de la Asociación Central de Fútbol (actual Asociación Nacional de Fútbol Profesional, ANFP).

(BOLETERÍA-Las puertas de la historía, página 19)

La crisis ha llegado a tal punto, que se dice que la ACF no tenía luz, agua ni teléfono debido a las cuentas impagas. Sin embargo, ni periodistas ni dirigentes de la época recuerdan que esto haya sucedido. Lo que sí está fuera de toda de discusión, es que los futbolistas seguían sin cobrar sus sueldos y los auditores, que estaban estudiando la forma de saldar las deudas, se vieron obligados a suspender su labor pues se les debían varios meses de honorarios. Ello obligó al Director de Deportes, general Sergio Badiola, a asumir la superintendencia económica del fútbol, tomando la decisión de entregar los fondos directamente a los clubes, apartando a la Asociación Central de Fútbol del manejo de los dineros.

(La era de Rolando Molina, página 27)


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