Telecomunicaciones: vocación de servicio, superación y nuevos conocimientos

MOPENSES
Es un equipo más del Ministerio de Obras Públicas, pero es de aquellos que han pasado del imperio del papel a la instantaneidad y la simultaneidad.

En los años 70 y hasta bien entrados los 90 del siglo ido, las comunicaciones a distancia tenían como herramientas exclusivas (sólo al final del período, casi exclusiva) el teléfono para conversaciones normales, mientras que la radio (o, dicho de otro modo, el sistema de radio) se utilizaba para ciertos eventos en que el aparato del auricular y del disco movible (con orificios y números que emulaban el reloj) era insuficiente. Evidentemente para las emergencias, ambos artefactos eran los más indispensables durante la época aludida.

No se trata de decir que aquellas piezas hoy son de museo (sonaría quizás muy arrogante) porque convengamos que aún están en funcionamiento, por ejemplo, máquinas de escribir que, ya en la época de la película estadounidense “Todos los hombres del Presidente” (1976), donde figuran herramientas de trabajo de esa naturaleza, eran amenazadas por la naciente tecnología de los procesadores (mal llamados computadores), aunque fundamentalmente en lo relacionado a la mecanografía (todo lo que involucrara teclado), no así en la telefonía (aunque uno de los aspectos centrales del clásico filme tiene que ver con el espionaje telefónico alusivo al escándalo Watergate). Evidentemente si hay implementos de trabajo de esa naturaleza que hoy todavía están en funcionamiento es porque nunca dejaron de ser indispensables…Que hayan sido superados por la actual tecnología de dominante, vertiginoso e inexorable avance, es otro cuento.

Juan Carlos Acuña Salazar, Miguel Montero Morales y Camilo Duarte Riveros, de un modo u otro: básicamente en distintas etapas, han sido testigos privilegiados de este proceso en Chile, tanto en pleno reinado de lo análogo (lo que las generaciones más jóvenes entienden como contrario a “lo digital”) como en la larga transición que nos ha llevado a la telefonía inteligente, pequeñas centrales de proceso individual con alta capacidad de almacenamiento de memoria, pantallas planas (los dos últimos elementos, los que conforman un computador personal o PC) Internet, correo electrónico, Whatsapp y, en resumen, todo lo que hoy nos mantiene conectados y constituye el cimiento del grueso de las actividades laborales (al menos en términos de organización, como dirían los expertos en Recursos Humanos).

Juan Carlos es el Jefe del Departamento de Telecomunicaciones de nuestro Ministerio, dependiente de la Subdivisión de Telecomunicaciones de la Subsecretaría (SDIT). Miguel Ángel y Camilo también son parte de Telecomunicaciones, un área que ha tenido un rol histórico en torno a lo señalado en los párrafos precedentes: “Debemos proveer los medios tecnológicos necesarios para la gestión del ministerio. Los recursos financieros son vitales para ello”, enfatiza el Jefe.

“Nosotros cada cierto tiempo presentamos un proyecto al Ministerio basado en lo existente: puede ser alusivo a mantención, instalación preventiva o correctiva, atender las necesidades que se nos presentan, mejorar los servicios e integrar nuevas tecnologías. Eso corre tanto para lo pequeño, como conexiones de cable en una oficina X, como para la instalación o el mejoramiento de las antenas y sus señales en distintos lugares del país”, añade el encargado del área.

…Y al principio todo era Telecomunicaciones
En la retrospectiva, Juan Carlos, Camilo y Miguel Ángel coinciden en señalar que Telecomunicaciones se estructura como un área técnica especializada en radio y telefonía en sus primeros tiempos y, ya en los años 90, irrumpe el ámbito informático. “Esto no es sólo en el ministerio, sino que en el mercado: influye especialmente en el aspecto administrativo. Se trata una tendencia mundial”, precisa Duarte. Por lo tanto, la definición de “Informática y Telecomunicaciones” en el MOP surge a mitad de esa década: “eran como los primos lejanos que empezaron una relación y, en el año 2000, ya están como unidad. En resumen, inevitablemente se encontraron, coexistieron, se integraron y se complementaron”, añade Montero.

“Inevitablemente tenía que existir comunicación con todas las oficinas. Ahí aparecen las redes y, por lo tanto, el desarrollo tanto de las redes como de las tecnologías. Ahora se entiende más claramente aquella integración de la que hablábamos por entonces. Tanto en esa época como ahora hemos establecido como criterio sacar el mejor rendimiento y al menor costo asociado. Ahí allí una actividad permanente”, agrega Juan Carlos.

“Al incorporar tecnología se ha ido especializando el equipo humano y aumentado también la capacidad de gestión, la capacidad de realizar proyectos y de resolver necesidades”, puntualiza Acuña. “”Siempre hay desafíos: estar actualizado y ver lo que pasa en el mercado, cómo se concilia lo que necesita con lo que ofrece el mercado”, añade Camilo.

Hitos
Evidentemente no es materia del presente artículo especificar las tecnologías de una época u otra, dado que los nombres y los conceptos no sólo se suman y se entrelazan, sino que además unos superan claramente a otros, y los unos también en algún minuto se transforman en objetos anacrónicos. Basta con mencionar sólo estas denominaciones, tanto para objetos como sistemas, para ratificarlo y para dar cuenta de un cambio cultural que incluso brinda un nuevo lenguaje: además de los ya mencionados cabe mencionar, los teletipos, hardwares, softwres, los disquetes, impresoras, repuestos de impresoras, fax, memoria ram, multiplaca, Windows 95, Windows XP y tecnología lan, sólo por citar algunos ejemplos. 

No obstante, hay hitos. Miguel Ángel lo recuerda muy bien: la radio dominaba la escena hasta 1987, todo lo concerniente a almacenamiento y transmisión de datos da su salto cualitativo en la década del 90, mientras que la telefonía IP entradito el siglo XXI, que nos cobija. “Fue una apuesta y fue realmente innovador”, expresa Acuña, quien alaba esta potente herramienta de comunicación de voz y de datos inteligente. Duarte a su vez distingue, entre esa fuerza transformadora a las videoconferencias.

Es importante señalar que Telecomunicaciones está conformado por 13 personas, entre ellas, María Elena Bustamante Castillo, quien en su condición de profesional ha sido integrada como Analista de Telecomunicaciones. Aparte de los ya nombrados, son parte del equipo Rodrigo Soto González, Juan Cáceres Elevancini, Carlos Ahumada Silva, Juan Guillermo Escobar Caroca, José Abelardo González Elevancini, Jorge Palma Palacios, Gastón Rodríguez Arévalo, Luis Valenzuela Espinoza y Pablo Turski Bugueño. Además, se agrega la dependencia técnica de los Encargados de Telecomunicaciones en cada Región.  “Se trata de un equipo humano que tiene conceptos que son vitales: la vocación de servicio, el interés por ir superándose y adquiriendo nuevos conocimientos”, subraya Juan Carlos.

Telecomunicaciones es parte del sexteto de departamentos que constituyen la columna vertebral de la SDIT, dirigida por Paul Cook Moyano: Gestión de Tecnologías de la Información, Arquitectura de Tecnologías de la Información y Aseguramiento de la Calidad, Operaciones, Servicios Informáticos, Sistemas y Proyecto de Tecnologías de la Información son los otras áreas.


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