Salir de la rutina y hacer lo que nos gusta, algunos de los factores que nos protegen ante el estrés

MOPENSES 
Relevante conclusión fue parte del Taller de Autocuidado “Previniendo el desgaste emocional”, organizado por el Servicio de Bienestar del MOP. 

Al inicio del Taller de Autocuidado “Previniendo el desgaste emocional”, realizado internamente en el Ministerio de Obras Públicas, la relatora de la actividad, psicóloga Mabel Ramos Negrete, solicitó hacer un par de ejercicios que marcaron la pauta del resto del evento: pidió a cada uno de los participantes presentarse y que destacara tres atributos que considerara destacables de su persona; y, acto seguido, que escribiera un breve cuento, en unas cinco líneas, alusivo a un par de fotografías que formaron parte de la presentación de la profesional.

En una de las fotos aparecía un hombre de espaldas, de tenida formal y maletín, a punto de ingresar a su lugar de trabajo. Y en la otra, una mujer joven, igualmente con vestuario de oficina, pero sentada en su escritorio, con una expresión facial que expresaba seriedad, una mano en la tecla del computador y un brazo levantando, que daba la impresión de manifestar una orden.

Por cierto las interpretaciones, conforme a la posterior lectura de los cuentos, fueron variadas (“el varón representa el motivación y, el maletín, su experiencia”, “la dama: responsabilidad, poca sociabilidad y estrés”, por ejemplo). Más allá de lo aparente, lo que Mabel quiso poner de relieve en este ejercicio es, en cierto sentido, el estado emocional por el que estaba pasando cada participante, de acuerdo a la redacción e intencionalidad de cada relato escrito y en relación a lo observado en las fotografías.

Efectuada esta parte del taller -organizado por el Servicio de Bienestar y realizado en Moneda 1040-, la profesional sostuvo que, en general, a las personas les cuesta reconocer atributos personales negativo, situaciones conflictivas en torno a su persona o, lo que es más delicado todavía, problemas en lo individual que están afectando su salud y, en general, su calidad de vida y la de su entorno.

En efecto, la ponencia, con activa participación de los/as asistentes –provenientes de distintas direcciones del MOP- centró su atención en el síndrome “Burn Out”, también conocido como “síndrome del desgaste emocional”, gatillado por la excesiva idealización sobre el trabajo fomentada por cada persona. El estrés es determinante al respecto y, la depresión, una consecuencia. Las sensaciones de estancamiento, de frustración y apatía son pruebas palpables del estado de cansancio mental que involucra el estrés, situación en la que la persona siente que se le exige una productividad muy superior a la que es capaz de brindar, lo que genera trastornos físicos y mentales (allí, como respuesta, el cuerpo libera una hormona llamada cortisol).

Evitar la sobrecarga laboral, hacer lo que nos gusta hacer (por ejemplo, deporte), saber decir que no cuando no se está disponible, reinventarse, romper rutinas o aplicar cambios que contribuyan positivamente al día a día (decidir tomar otra ruta caminando o en auto, por ejemplo), hacer gimnasia de pausas, sonreír, hacer breves ejercicios de respiración (acción asociada al yoga), actuar con generosidad ante el resto de las personas, usar ropas de colores que nos encantan, cantar a viva voz el tema musical que nos gusta, son algunas de las acciones que liberan serotonina (sustancia asociada al bienestar) y que constituyen factores protectores ante los riesgos de salud antes descritos.

No obstante la calidad de lo señalado, Mabel sostiene que es esencial comprender sobre todo que todos y cada uno somos responsables de nuestros actos y sus consecuencias. Evidentemente hacer las cosas de mala gana, sostiene la profesional, de alguna manera va minando nuestra motivación y actitud frente al quehacer general del día a día.

Es importante resaltar que el citado taller, organizado por Bienestar, tuvo lugar en el marco del Programa de Calidad de Vida, enmarcado en el Plan de Clima Organizacional.





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