El clásico del fútbol chileno: algo sobre la "paja molida"

Jorge Valdivia
Sirio Radio Agricultura
DESDE EL CÓRNER
La reciente "cita mayor del fútbol chileno", como de costumbre, dio harto que hablar al margen del partido en sí mismo.

Tras el clásico del domingo (no me agrada el prefijo "súper"), compartí una reflexión que aterrizaba la euforia colocolina y, a su vez, ponía una dimensión autocrítica mesurada a la tristeza azul. Es cierto que el resultado 4x1 a favor de los albos prácticamente ahorraba (y ahorra) por sí mismo cualquier comentario, aunque tal como señalan unos colegas amigos, especializados en deporte, el periodismo al respecto se centra en el resultado y, el resto: el antes y el después, es la verdadera "paja molida". Y tienen razón.

Pero quisiera detenerme en parte de esa "paja molida": no en esas cosas propias del juego, como el ambiente de fiesta en el vestuario de Colo Colo burlándose de su "archirrival", Universidad de Chile, donde los ganadores hacían alarde de su apabullante paternidad como local de 16 años. Sé que esto último es igualmente "paja molida", pero no es la que me interesa enfatizar porque da la casualidad que, como se trata de un juego, los derrotados pueden a su vez retrucar con un par de argumentos estadístico no menores. 

¿Cuáles son? En materia de clásicos el récord poco feliz de partidos de visita sin ganar en Chile curiosamente lo sigue teniendo el elenco popular: 23 años sin ganar en duelos contra Cobreloa. Por añadidura, la mayor goleada reciente, en materia de clásicos, le sigue perteneciendo a la "U"...Insisto es parte del juego. Entenderlo de otra manera es abiertamente idiotizarse.

Y es allí, en medio de toda esa "paja molida", donde cobra sentido mi reflexión compartida en Facebook: "Me acordé de Caszely, Vasconcelos y "Mané" Ponce, pero creo que Bigorra y Pellegrini se equivocaban menos que Jara y Vilches". Claro, evidentemente hay algo exagerado allí, porque Vladimir Bigorra llegó a la selección gracias a su rendimiento regular en la zaga de la "U" y el ingeniero (mejor entrenador que jugador) sí cometió más de algún yerro que, sumados, les costaron goles en contra a la escuadra universitaria. 

Por añadidura, creo que Gonzalo Jara y Christian Vilches son dos buenos defensas que, en la reciente jornada dominical, se equivocaron lo suficiente como para que Colo Colo hiciera los goles que estructuraron un expresivo marcador. 

Los héroes de la jornada
Pero centrémonos en los héroes de la jornada: Jorge "Mago" Valdivia me recordó al brasileño Severino Vasconcelos, aunque este último con una pizca de los argentinos Gorosito y Maradona. No es extravagante señalarlo: Valdivia es el clásico 10, hoy casi en extinción. Dicho de otro modo, el tipo que con la pelota en los pies hace fácil lo que parecía difícil y logra dar el pase preciso para que, quien la reciba, sólo deba tocarla para que llegue al fondo del arco. 

Y si el gran goleador de los albos fue Carlos Caszely en los años 70 y 80, Esteban Paredes se ha transformado en su más digno sucesor como 9 de área tradicional. Es cierto que Rubén Martínez e Ivo Basay eran extraordinarios, pero no recuerdo que se hayan destacado especialmente en los clásicos. Y si el tridente del actual del elenco de Pedreros lo completa el volante mixto Jaime "Pajarito" Valdés, en la postrimerías de los años 70 y principios de los 80, el trasandino Ramón "Mané" Ponce completaba el terceto de oro de Colo Colo.

Como corolario de esta interesante "paja molida", creo que los clásicos de los 70 y 80 tienen más colorido que los actuales, con un espacio que era generoso para la familia y sin cabida para las abominables barras bravas; y que el clásico, hoy y siempre, es tal por ser "del fútbol chileno" (pensando que hay clásicos de provincia, universitario y de colonias, por ejemplo), pero no por ser "súper".     

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