Deliciosamente insaciable

Ana Belén
Edición de A.Talavera para Kevin Kensit Vídeo Feel
Por Gonzalo Figueroa Cea

SEXUAL DELICADEZA
"Cuando la mano de color de arcilla/ se convirtió en arcilla... 🎵🎵". En realidad se escucha ese tema en el móvil de él, pero no es la canción ideal para la circunstancia. No se trata de menospreciar a Los Jaivas en su reinterpretación de la poesía de Neruda y su vínculo con la civilización inca, pero la canción debería ser otra. En efecto la que pondrá es " Entre dos amores", interpretado por la gran Ana Belén.

Y no sólo porque él se sienta entre dos amores, sino porque además ella se parece a Ana. Claro: podría pasar por la hija de la multifacética artista española. Ella todavía duerme plácidamente boca abajo y con una sobresaliente cara sonriente que corona un cuerpo desnudo que sólo alimenta el deseo genuino y puro de un hombre.

Y es eso: sólo eso y nada más, aunque la canción regalona de él no se refiere a dos personas, sino que a una con dos personalidades. Claro: la Belén no se refiere a dos hombres sino que a uno, el suyo. En el caso descrito el tema es un gancho sólo porque a él ella le recuerda a la célebre madrileña; y viceversa. El resto es deseo neto. Y cómo no soñar y concretar de nuevo.

"Son apenas las 4 de la mañana, ya lo hicimos dos veces, tenemos cinco horas más para nuestro favor, es hermosa, es deliciosamente  insaciable...", piensa él, antes de pensar otra cosa no menor: poner esa canción de la Belén que tanto le obsesiona en la previa de un nuevo diálogo cuerpo a cuerpo. 

Olvidados Los Jaivas, logra pillar en su móvil su tema regalón."¡Ana! ", exclama. No es la de G. I. T. ni la de Toto. No.  Sí es ella, la elegantemente sensual, la de la dulce voz, la mujer de Víctor Manuel, la que ha hecho también duetos con Serrat, con Bosé o con Antonio Banderas, la que ha reinterpretado a Billy Joel en una histriónica versión en castellano y femenina del "El hombre del piano". 

No es "La puerta de Alcalá", "Derroche", "Mira Luna" ni "Balance", sino aquel éxito que alimenta su deseo: "Entre dos amores". Apenas escucha la voz de la Belén irrumpe de nuevo la fantasía, cuyo horizonte es transformarse en realidad en menos de una hora más.

Él no quiere moverse todavía. Pero ya se imagina la siguiente escena de amor: la toma por el pelo ondulado y castaño caoba, luego desliza sus manos suavemente hasta el cuello, se lo besa y prosigue hasta la boca, para ir lentamente por cada parte de la delgada humanidad de ella, con sus curvas, su aroma, su aroma, su aroma... 

Cierra los ojos sin dormirse: es casi como si hiciera yoga, meditación o mindfulness, pero con una motivación extra energética. Suena extravagante pero es así.  De pronto se da cuenta que su mano izquierda es tocada por las dos de ella. Ya no es su imaginación. 

-¡Estoy lista! - dice ella, algo soñolienta pero absolutamente decidida. 

-Yo, también - responde él con convicción total. 

-¡Hagámoslo! 

-¡Así será, Ana! 

https://www.youtube.com/watch?v=YqIXUIjX9qs




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