Ateneo de San Bernardo, un gran padre literario...¡de 100 años!

Ateneístas (foto gentileza de Alexandr Gorielov) 
LITERATURA
La celebración fue en grande. Pero, en nombre de la virtuosa palabra: cultura, no se detendrá allí. 

Hay cierta clase de momentos, en la vida de cualquier ser humano, en que la dispersión y la velocidad de pensamientos y de creatividad son tan altas que se produce cierto bloqueo al momento de querer llevarlas a la materialidad. Es natural. Si la práctica volará como la mente, simplemente no seríamos humanos. Evidente y recientemente me pasó. Pero ya pasó y no pretendo ser autorreferente: sólo agrego que ya saqué el dique y...escribí lo que aquí comparto (y ruego disculpar ante tanta demora).

Sólo señalaré, respecto de mi persona, que fue un lapso de unos dos meses en que, pese al bloqueo, se produjeron acontecimientos relevantes y muy buenos. Entre varios, destaco particularmente tres: tras un largo proceso de seducción por parte de mi amiga Nelly Salas, pasé a ser parte del Centro Literario Ateneo de San Bernardo, en mayo reciente; acto seguido participé, junto a otros escritores del colectivo cultural, de un proceso de grabación de un vídeo y de una sesión de fotos a propósito de la cercanía del centenario de la organización; y, finalmente, fui parte de la celebración mencionada, realizada el 27 de junio del recinto municipal El Canelo de Nos y en cuya organización apoyó la alcaldesa Nora Cuevas, concejo y equipo.

La fecha genuina del centenario fue el 19 de julio, pero dadas las nutridas agendas de los protagonistas se celebró a la semana siguiente. No pretendo detallar demasiado en torno al magno acontecimiento (ya habrá tiempo para eso), pero hay aspectos esenciales que no pueden dejar de mencionarse en torno al hito: el importante apoyo del municipio al Ateneo, tanto logístico como presupuestario, a través de su Departamento de Cultura y Turismo; la factibilidad de incentivar en los jóvenes y en los niños, pertenecientes a los colegios de la comuna, el interés por la literatura, tarea que debiese recaer en los integrantes del centenario grupo; y la ratificación de la misma organización cultural agasajada y del grupo folclórico Los Chenitas como verdaderos emblemas culturales de la comuna.

Hubo hermosos reconocimientos a Nelly, a la alcaldesa y a integrantes del Ateneo por trabajo y trayectoria. Hubo también un homenaje a Gabriela Mistral por parte de Los Chenitas. Fuimos también testigos de las actuaciones, igualmente llenas de emoción, de la cantante y guitarrista Daniela Vilo y de la soprano Ingrid Leyton. Hay nombres y talentos varios entre quienes estuvieron presentes, pero si menciono algunos cometeré la injusticia de olvidarme de otros. No es mi idea. Lo que sí es relevante es que me quedó (volviendo un poco a la autorreferencia) una certeza y una corazonada al estar en un momento único: la certeza tiene que ver con sentirme privilegiado de compartir junto a plumas muy talentosas y laureadas. Y la corazonada es vinculante con el deseo claro y contundente, expresado por el centro literario sanbernardino, de efectuar varias iniciativas de fomento a la actividad literaria a raíz de cumplir un siglo, sin duda importantes impulsos para la cultura de la comuna y (por qué no decirlo) del país.

Quizás es lo que soñaron hace un siglo Manuel Magallanes Moure y Augusto D' Halmar, el espíritu tolstoiano donde la simpleza de la vida y el autosustento vital propios del San Bernardo más bucólico, constituyeron el cimiento de la creación. ¡Es lo que queremos rescatar! 

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