Sello propio

Dormitorio niña (sitio Mil ideas de decoración)
Por Gonzalo Figueroa Cea

Es sábado, ya tomaron desayuno y está todo dispuesto: los dos galones de pintura blanca y todos los accesorios para que los improvisados maestros le cambien el rostro al dormitorio de Belén. En efecto, los dueños de la brocha gorda son justamente sus padres: Ferenc y Nieves, quienes se propusieron pintar esa pieza como el inicio de algo que debía ser el cierre de un proyecto personal que, por modesto que parezca, fue postergado durante varios años. 

El objetivo de ellos es tener una cosa completamente hermosa, digna de una familia acogedora como son, para que sus niñitas tengan sus propias habitaciones como ellas quieren y para recibir a amigos y familiares en ocasiones de cumpleaños y otro tipo de celebraciones e instantes de camaradería.  

No es que las circunstancias de festejo nunca hayan tenido lugar, sino que falta un aire de distinción de los Mancilla Ortúzar. No se trata de creerse de la realeza, sino que un sello propio, alguna característica que distinga a la familia. La propia Belén quiso cambiar el color: a sus once años piensa que el rosado actual de su pieza no es digno de su edad. Ella ya piensa como adolescente: le gusta ver "Cobra Kai", "Riverdale", "Society" y otras series del estilo, incluyendo algunas de Disney muy alejadas de los tradicionales estereotipos de las princesas. 

-Sabes mamá: una vez pintado de blanco dibujaré unos paisajes y pondré unas luces de colores -enfatiza Belén.

-Lo importante es que te sientas cómoda, mi amor -le enfatiza la mamá. Tanto Nieves como Ferenc consideran que Belén debe madurar mucho todavía...El camino recién empieza en muchos sentidos.

A la más pequeña, Rosario, también le gusta el blanco, un poco incentivada por su hermana. Sin embargo, a sus seis años Rosario todavía la revuelve con los juguetes, le gusta que su papá le lea cuentos y alucina con personajes como "Héroes en Pijamas", "Los Pitufos", "Scooby Doo" o "Peppa". Los padres deducen que su nuevo dormitorio tendrá "mucha personalidad".

-Seguramente pondrá a los unicornios y a los duendes mágicos en un lugar especial -enfatiza Ferenc.

-No me cabe duda. Cada cual tiene un estilo -complementa Nieves.

-¿En cuáles colores has pensado para el living comedor? -pregunta su marido.

-Me gusta una combinación de pistacho con manzana -responde ella sonriente.

-Pero ¿ese es un helado doble o son colores de pintura? -consulta él igualmente sonriente. Ambos se ríen de buena gana.

-Esos colores existen, tontito. Recuerda que el rojo colonial y el crema que nos gustaban, no los tiene la vecina que los vende -aclara Nieves.

-Además la combinación funciona -refrenda Ferenc.

-Y son bonitos los colores, el producto es barato y hay buenas referencias -agrega su mujer.

-Eso es lo que más me agrada: bueno, bonito y baratito -retruca él y ambos se ríen sonoramente.

Tras nuevos análisis de rigor, saben que el resultado deberá ser bello para ambos sectores de la casa, pero también saben que la tarea para el objetivo general será ardua considerando todo lo que hay que hacer en la casa: revestimiento y pintura en el resto de la residencia, un cierre de madera en la reja, barnizados varios, pasto sintético adelante y atrás, un mini huerto, muebles nuevos tanto de cocina como de baño, un cobertizo en el patio trasero, etcétera. Saben también que en más de alguno de los requerimientos tendrán que acudir a los servicios de alguien...Pero están contentos.

-¿Y qué color has pensando para nuestro dormitorio? -pregunta Ferenc. Nieves se ríe aunque con cierto guiño de fastidio. Él no quiere presionar: ha sido el tema más difícil de abordar para ambos. 

-Si gustas, vemos ese tema una vez que terminemos de pintar la pieza de Belén -propone él.

-Me parece -responde con entusiasmo ella. 

Cuando el amor prevalece, algunas diferencias son sólo cuestión de gustos.

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