Maradona: demasiado terrenal para ser Dios, pero sí el Dios del planeta Fútbol

Maradona y la Copa del Mundo (sitio Mundo D)
Por Gonzalo Figueroa Cea

Decir que la muerte de Diego Armando Maradona me provocó un shock sonará razonablemente exagerado. Pero no hablo de shock en el sentido de fondo de la palabra, sino que como perplejidad instantánea como consecuencia inmediata de conocer la noticia -inesperada (aunque no tanto)- en un momento de alta concentración laboral. 

En efecto, mis dedos danzaban velozmente por las teclas de mi notebook,durante las primeras horas de la jornada del miércoles 25, cuando sentí unos tres sonidos de Whatsapp sospechosamente muy seguidos. Revisé el móvil y descubrí que un amigo había compartido en un grupo un gif del famoso segundo gol de Argentina a Inglaterra durante el mundial de México 86. 

Una maravilla por donde se le mire y para muchísima gente el mejor gol de todos los tiempos. Un "gol de la puta madre" pero también una "oda al fútbol" para un distinguible compatriota de Diego, Fito Páez...Y para mí también. Pensé que era un homenaje sencillo, pero después me fijé que mi amigo añadió que Maradona había fallecido (complementó la información con "barrilete cósmico"). 

No me detendré en los claros y oscuros de un tipo que, en tanto persona, estuvo muy lejos de ser lo que quisiera ver reflejados en cuanto a ciertos valores en mis hijas para la adultez (quizás él tampoco lo pensó para sí con sus hijos). Insisto: no me detendré en eso y menos en hechos de violencia asociados a su funeral, pero sí en el futbolista que admiro.

Y ese aspecto es el que me interesa subrayar: Maradona fue  el tipo que llevo el barrio al fútbol (incluso graficado en esa cosa tan detestable como la trampa) pero fundamentalmente entendido este concepto como un juego intenso, de llenar la vista de espectáculo, de tensión, de motivación y aleonamiento permanente para sus compañeros, donde la formalidad ultramaqueteada del profesionalismo de las grandes ligas y justas internacionales era superada por la fuerza, la garra y el corazón para ir por el triunfo, pero donde además era posible que se impusiera cierta irreverencia para enfrentarse a los altos poderes del "deporte rey" a nivel mundial (eso puede interpretarse también como una actitud desafiante ante todos los poderes).

El maestro Eduardo Galeano (QEPD) y el periodista argentino Jorge Lanata han resumido la personalidad de Maradona enfocados en los matices más claros y más oscuros del personaje. Respecto de estos últimos, el énfasis de repudio por actos nada admirables (droga y temas de violencia intrafamiliar) lo dejo bastante más en claro Lanata, a diferencia del recordado escritor uruguayo, quien al igual que el autor de estas líneas no ocultó su admiración por Diego.    

Los homenajes han paglado toda clase de redes, con verdaderos reportajes gráficos y audiovisuales, muchos de ellos al nivel de documental, provistos de narraciones, testimonios y goles. En cuanto a los debates sobre si es efectivamente el "mejor futbolista de todos los tiempos", las comparaciones con Pelé (un grande que está vivo y que enteró en octubre 80 años de edad) fueron, son y serán inevitables, pero no me extenderé en ello, no sólo porque no me agradan las comparaciones odiosas (sí las simpaticas) sino porque al mismo tiempo nos olvidamos de otros futbolistas excepcionales como Puskás, Yashin, Cruyff, Van Basten, Platini, Zidane, Garrincha, Zico, Ronaldo, Ronaldinho, Francescoli, Eusebio, Cristiano Ronaldo, Beckenbauer, Maldini, Elías Figueroa y los mismos compatriotas de Diego, Di Stéfano, José Manuel Moreno, Fillol y Messi, sólo por nombrar algunos de los más ilustres.

Podría entrar en detalles en torno a los clubes que defendió con éxito y mucho: Argentinos Juniors, Boca Juniors, Barcelona de España y Napoli; de su querida selección Argentina y del mítico mundial del 86 con sus goles de gran factura ante los belgas y sus asistencias en la final contra los alemanes...Y mucho más.

Sólo me resta resumir que rara vez quienes seguimos fútbol hemos visto jugadores tan superdotados, que no solamente son capaces de "echarse al equipo al hombro", sino hacer chiquitita la pelota vía caricias con borde interno, borde exteno, pecho, muslo, cabeza y sacarse de encima a los rivales a una velocidad endemoniada mediante amagues, fintas, desbordes, hacer verdaderos "actos de magia": malabares, piruetas con el balón en los pies o en la cabeza, o sin él, y asistencias maravillosas. Maradona es claramente uno de esos elegidos.

No dudo que Brown, Burruchaga y Valdano fueron extraordinarios jugadores, pero tampoco dudo que el gran Diego influyó enormemente en las patriadas de estos héroes que le dieron el segundo y último título mundial a Argentina en México 86.  

Para finalizar, sólo me resta emular al gran relator uruguayo Víctor Hugo Morales: gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas...

Ver VÍDEO GOL MARADONA CON RELATO V. H. MORALES



Comentarios

  1. Genial como Maradona el comentario de Maradona
    ! Felicitaciones !

    LEERLO DE NUEVO.

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