"Disminuyol"

Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos
(foto sitio CRC Radio)  
Por Gonzalo Figueroa Cea

Finaliza el partido e irrumpen los clásicos lugares comunes de las transmisiones radiales cuando un pleito se desniveló tardíamente a favor del equipo local que además va puntero en la tabla con mucha distancia de los elencos que le siguen: "le costó pero finalmente ganó", "en la agonía vino la recompensa después de tanto batallar ante una ordenada y cerrada defensa" y "el arquero del rival se había transformado en la gran figura hasta que se produjo una genialidad" y "el líder no tenía por dónde anotar hasta que en el minuto 90 se produjo la jugada clave", entre otras "joyitas".

La multitud está muy exultante y corea en todos los rincones del estadio el nombre de la figura del partido: Romario Gareca, quien además es elegido como el mejor jugador por todos los medios que fueron testigos del duelo, incluyendo entre éstos a la radio Rodelindo Carranza". Y, en efecto, es el hombre más requerido por todos los reporteros. De hecho pasa alrededor de media hora y el tipo no llega al metro de distancia que separa a la cancha de la entrada a la boca del túnel.

Gareca es canchero y extremadamente directo, pero tiene muy buena disposición con los periodistas y los hinchas. Algunos lo consideran una mezcla rara entre Ivo Basay y Leonel Herrera, por la dureza formal en la cancha, y Pedro Reyes por la amabilidad fuera de ella. Sin embargo, tras el duelo reciente, hace continuas muecas de desagrado: como que se lleva la mano derecha a la altura de la cabeza pero después la baja para responder a las consultas de los profesionales de la prensa. 

Oleg Olmos, tras esperar esa media hora, se aproxima al jugador a fin de conversar con él en directo para radio Rodelindo Carranza y entregarle el enésimo premio del día aunque, en el caso de la emisora, se trata el "galardón más importante para el mejor jugador del partido más trascendental de la fecha". 

-Buenas noches, Romario. Has sido elegido la mejor figura del partido por los auditores y el equipo de Radio Rodelindo Carranza.

-¡Muchas gracias!, un saludo para la gente y el equipo de Rodelindo Carranza.

-Fue un partido trabado, con poco fútbol, mucha pierna fuerte, un equipo que propuso y otro que se cerró muy aplicadamente.

-Sí. Sin desconocer los méritos del rival, porque un equipo no juega contra sí mismo, sabíamos que iba a ser así. Durante la semana ensayamos jugadas aéreas porque ellos tienen  centrales altos y luchadores.

-Pero les costó arriba y a ras de suelo.

-Sí, tienes razón. Y es porque ellos también tienen laterales veloces, que llegan bien a las coberturas y ganan las pelotas divididas con regularidad.

-Y el gol salió producto de una genialidad en los descuentos.

-Lo importante es que se produjo. Y lo celebré con todo.

-¿Esa jugada fue ensayada también?

-Yo te diría que fue mitad leída con antelación, mitad fortuita.

-¿Lo dices por el rebote en el área?

-Claro, después del remate de Valdir y el rebote en Muñoz, tiene algo de fortuita. Pero no olvidemos que después la agarra el mismo Valdir, ve que Zárate está destapado en el costado derecho, Valdir se la entrega a Zárate y éste ve que estoy en el medio del área sin marcas - ¡vaya suerte la mía! -, hace el centro y yo cabeceo la pelota llenita hacia el segundo palo. El arquero estaba desubicado.

-Romario: sé que te están esperando en los vestuarios y podrías salir atrasado del estadio. ¡Vayan nuestras felicitaciones por el gran desempeño!

-Muchas gracias -responde Gareca, quien nuevamente se lleva la mano a la cabeza.

-¿Tienes un dolor de cabeza?

-Sí, es tremendo. Tendré que tomarme algo.

-Bueno, nada más oportuno entonces para disminuir ese malestar que nuestro premio, un verdadero pack: un hermoso reloj de la prestigiosa marcha Bertholdt, productos Espuma Radiante para afeitar y ...

-¡Muchas gracias!, ¡muy amable!, ¡te pasaste! -responde Gareca en tono que querer irse luego.

-...Pero no he terminado, Romario: acá va para ti, sobre todo en este momento, una caja con 100 comprimidos del mejor antídoto para dejar atrás esos insoportables dolores de cabeza, de la marca ¡Disminuyol!.   

-¡No, gracias!, rato atrás alguien me trajo un vaso para tomar esa porquería y no sirvió para nada.


*Basada en una situación real narrada una vez por el recordado y célebre ex futbolista y comentarista deportivo, Alberto Fouillioux. 

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