Onda disco, un imperio muy turbio y alienígenas amigables

Tony Manero (John Travolta), sitio La Tercera
Por Gonzalo Figueroa Cea

Ferenc cumplirá pronto siete años de edad y le gusta imaginar películas del oeste en el patio trasero de su casa, específicamente en un sector cubierto de tierra seca y piedras frente al montón de ladrillos fiscales que su papá dejó ordenadamente amontonados allí para ...una futura ampliación de la vivienda. Ramón, de 12 y hermano de Ferenc, alucina en el mismo lugar con sus soldaditos de juguete y hace "experimentos" con vasos de agua y gotas de témpera oscura. 

Pero los hermanos mayores de ambos están en otra: Salomé, de 16, y Bastián, de 15, ya son partícipes de fiestas junto a sus amigos/as. Algunos/as de ellos/as ya han protagonizado en tales circunstancias acciones tan audaces como una que derivó en la quebradura de la pata de un comedor. Dicen que sólo habían unas botellas de bebidas llenas allí...¡Uhm!, ¿tan pesadas habrán sido?

No es que Salomé y Bastián estén en otra dimensión, pero son claramente referentes importantes para sus hermanos menores, sobre todo para Ferenc, quien al igual que Salomé, admira a Peter Frampton y a los Bee Gees, sus artistas favoritos. Pero su mirada central está puesta en John Travolta. Incluso, como está de moda la película "Fiebre de Sábado por la noche" y pasan por la televisión escenas de Tony Manero (el personaje que interpreta Travolta) luciéndose en el baile en una discoteque y como verdadero rey de aquella, trata de imitarlo. Sus hermanos mayores lo incentivan a revolverla cada vez que aparece Travolta en la pantalla chica.

-Mira, Ferenc, está bailando Travolta en la tele -grita su hermana en el sector del living donde está el artefacto. Ferenc corre desde el dormitorio y al llegar trata de hacer los acelerados y energéticos movimientos del personaje del ya famoso filme, incluso esos que emulan los bailes rusos, donde Manero mueve las piernas en posición de asiento pero sin estar sentado. Ferenc intenta hacer lo mismo pero se cae de trasero.

-Te caíste. ¡Párate y sigue! -le ordena Bastián. Salomé y Ramón se ríen. Detrás se escucha la emisión de una radio: es "Copacabana" de Barry Manilow. La música viene del baño, desde donde la mamá de los chicos acaba de salir, con una "túnica" y un "turbante" de toallas, tras darse una ducha. Pocos minutos después dan un boletín de noticias en la emisora que se escucha en el artefacto a pilas. El locutor entrega detalles de un conflicto entre Chile y Argentina, pero justo la mamá apaga la radio. Ferenc no entiende a qué se habrá referido el hombre. Pero tampoco pregunta. 

Corre 1978, él tiene sus entretenimientos, Ramón los suyos, Bastián y Salomé tienen otras inquietudes, muy diferentes a las de sus hermanos más pequeños; el padre y la madre de ellos van del trabajo y regresan de él, y la abuela Rosita, con la asistencia de la señora Nora, se encargan de las necesarias labores domésticas. Pero ese día es sábado y, al igual que el domingo y las vacaciones, son días más entretenidos que los demás porque están todos en la casa. 

Otras películas taquilleras

Pero los acontecimientos que atraen la atención de Ferenc no se reducen a la onda disco, a Tony Manero (o John Travolta), al Chapulín Colorado o a Florcita Motuda. A pesar que los estímulos del ambiente son escasos para un niño que todavía no sabe leer (la televisión, la radio, algo chistoso que aparezca en los diarios o revistas de historietas, dibujar y salir a jugar, por ejemplo, son algunos de esos estímulos), siempre hay algo allí que concentra su atención: por poner algunas referencias, abundan series de televisión gringas policiales, de ciencia ficción y de dibujos animados, todas muy entretenidas y claramente atractivas para el pequeño. Le gusta mucho una de bomberos, que la asocia mucho con el trabajo de voluntario en dicho rubro que realiza Moisés, el mejor amigo de Bastián. A Ferenc también le llaman la atención las telenovelas, aunque en menor proporción.

Sin embargo, en el mismo año en que es exhibida en las salas de cine chilenas "Fiebre de Sábado por la noche", otras dos películas de factura norteamericana tienen igualmente bastante éxito en el mundo y Chile no es la excepción: "Star Wars" -traducida en el mercado hispano parlante como "La Guerra de las Galaxias"- y "Encuentros cercanos del tercer tipo" (*). Al respecto Ferenc es testigo de un gracioso debate entre Salomé y Bastián respecto de cuál de esos filmes es mejor.

-¡Es muy entretenida "la Guerra de las Galaxias"! -comenta entusiasta y por tercera vez Bastián durante un almuerzo sabatino (y ya lo había dicho antes). La Coca Cola de litro va en la mitad y disfrutan los ocho comensales de exquisitos bistecs con puré y ensalada surtida, preparada por la abuela Rosa y la señora Nora. Bastián cuenta allí entusiastas detalles de esa memorable jornada de cine que vivió junto a su amigo Moisés en el centro comercial Los Cobres, de Vitacura, también conocido como Shopping.

-Vimos la película en la sala Lila. Estaba repleta. Los efectos especiales son espectaculares. La mató -enfatiza Bastián.

-Supe que ese cine es distinto a los del centro y de Providencia, y que tiene salas de colores -dice el papá de los chicos.

-Sí, hay una sala lila y una sala verde. Son súper cómodas. ¿Y el audio? De primera -detalla Bastián.

-Y todo el mundo ha comentado esa película. Dicen que es fantástica -expresa la mamá.

-Es que es muy, muy entretenida - enfatiza Bastián.

-Pero yo vi "Encuentros cercanos del Tercer Tipo" y es muy buena también. Es muy profunda -dice Salomé en tono sereno pero firme.

-Es que son distintas. La "Guerra de las Galaxias" es rápida, tiene acción, personajes chistosos, los buenos son los rebeldes, los malos son el imperio y los efectos especiales son ...¡como nunca se han visto! -retruca Bastián.

-Bueno, que "Encuentros Cercanos" no sea rápida ni tenga personajes chistosos, no significa que sea mala. Es muy buena: plantea la existencia de extraterrestres y la posibilidad de convivencia con ellos -sostiene Salomé.

-Eso es muy, muy interesante. Es algo sobre lo que todos los seres humanos quisiéramos saber más -dice el papá, mientras llena elegante y moderadamente de vino tinto una copa.

-¿Y ha ido harta gente a ver esa película que viste, Salomé? -pregunta el hermano menor. 

-Mucha, Ferenc. Es un éxito también -responde ella.

-Yo creo que son buenas las dos -afirma Ramón.

-Pero..."La Guerra de las Galaxias" es más entretenida - complementa con risueña majadería, Bastián. Los más chicos se ríen. Salomé queda con la mirada arriba aparentemente fastidiada y tanto el papá como la mamá llaman a la moderación. Ferenc confiesa, sin haber visto las dos películas, que es fan de las dos: ya cree que la dupla del pequeño robot y el androide, más el misterio de una nave espacial gigante, pueden ser tan entretenidos como ver las series de TV donde destacan el robot que detecta el peligro y el cultísimo señor vulcano.


*Todos estos clásicos filmes son de un año antes: 1977.         

Ver también: La Guerra de Las Galaxias v/s Encuentros Cercanos del Tercer Tipo




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